En árabe llamada Raqs Sharqui (danza oriental).
La danza del vientre tal y como expresa Mª Elena Morató en el libro Bailar la danza del vientre, simboliza la vida misma, la creación primigenia... esta danza pertenece al grupo de danzas de las primeras civilizaciones, (sagradas, de culto a los dioses), poseía un sinificado mágico-religioso y se realizaba en grupo, en festividades y acontecimientos importantes
Se cree que se bailaba como preparación para el parto natural, era un rito de fecundidad, ya que los movimientos realizados fortalecen la musculatura ventral y pélvica. En los ritos, la mujer que iba a tener un bebé era rodeada por un corro de mujeres que la acompañaban en este trance haciendo movimientos ondulantes de vientre y de caderas.
Los orígenes proceden de muchas culturas, entre las que destacamos la cultura faraónica, fenicia, nubia, turca o bereber.
Debido al paso de la sociedad matriarcal a la patriarcal, se produjo un arrinconamiento de esta danza al plano privado, pasando a ser un acto profano, pero la transmisión intergeneracional de madres a hijas, ha propiciado su permanencia en el tiempo hasta nuestros días. Asimismo la islamización de los países árabes impedía la representación pública de esta danza, por lo que sólo se mantendrá en algunas cortes y califas medievales, contribuyendo a su expansión por diferentes países como Irán, Turquía, El magreb o Al Andalus. Despues con la radicalización de representantes del Islam quedará en Egipto relegada a locales de dudosa reputación a principios del siglo XIX, quedando una visión distorsionada y muy negativa de esta danza.
La emigración a EEUU de árabes y turcos en el siglo XX favoreció el renacimiento de esta danza, su dignificación, su consideración artística y su fusión con otras artes y culturas.
La danza del vientre tal y como expresa Mª Elena Morató en el libro Bailar la danza del vientre, simboliza la vida misma, la creación primigenia... esta danza pertenece al grupo de danzas de las primeras civilizaciones, (sagradas, de culto a los dioses), poseía un sinificado mágico-religioso y se realizaba en grupo, en festividades y acontecimientos importantes
Se cree que se bailaba como preparación para el parto natural, era un rito de fecundidad, ya que los movimientos realizados fortalecen la musculatura ventral y pélvica. En los ritos, la mujer que iba a tener un bebé era rodeada por un corro de mujeres que la acompañaban en este trance haciendo movimientos ondulantes de vientre y de caderas.
Los orígenes proceden de muchas culturas, entre las que destacamos la cultura faraónica, fenicia, nubia, turca o bereber.
Debido al paso de la sociedad matriarcal a la patriarcal, se produjo un arrinconamiento de esta danza al plano privado, pasando a ser un acto profano, pero la transmisión intergeneracional de madres a hijas, ha propiciado su permanencia en el tiempo hasta nuestros días. Asimismo la islamización de los países árabes impedía la representación pública de esta danza, por lo que sólo se mantendrá en algunas cortes y califas medievales, contribuyendo a su expansión por diferentes países como Irán, Turquía, El magreb o Al Andalus. Despues con la radicalización de representantes del Islam quedará en Egipto relegada a locales de dudosa reputación a principios del siglo XIX, quedando una visión distorsionada y muy negativa de esta danza.
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